La tarde avanzaba rápido, nos divertíamos mucho, Niall me miraba muy a menudo, yo la verdad es que no quería estar mal con él, pero había algo que me lo impedía. En un momento Ari, Soraya y Niall se fueron ha hablar. Yo estaba tocando los rizos de Harry cuando Ari me llamó.
-¡Claudia! Ven.
Miré a Harry.
-¿Te llevo?- preguntó.
-No hace falta, ya no me duele tanto.
Le besé y fui hacía la cocina.
Allí solo estaban Ari y Soraya.
Las dos me abrazaron.
Se me escapo una lágrima, a Ari le pasó igual.
-¡Qué tontas!- dijo Soraya.
Ari y yo sonreímos.
-Lo siento mucho... Niall nos lo ha explicado todo.- dijo Ari.
-Pero tu también te has pasado con él...-dijo Soraya
-Lo sé, pero es el cabreó del momento, y no sé me jode mucho lo que esta haciendo.
-Ya...-dijo Ari.
-Díselo Ari- dijo Soraya.
-¿El qué?- pregunté.
-Claudia- dijo una voz por la puerta, era Harry- tenemos que irnos.
Le miré extrañada.
-¿A dónde?
-Es una sorpresa.
Me reí.
-Vale- miré a Ari- cuando vuelva me lo cuentas ¿vale?
-Vale.
Las abracé.
Dí la mano a Harry. Salimos por la puerta y me llevó hasta el coche.
-No decías que no tenias carnet...
-Te mentí, es que tu casa esta muy cerca de la mía en coche... y no quería separarme de ti esa noche.
Sonreí como una imbécil, me acerqué a él y le bese muy dulcemente. Se alejó lentamente.
-Me pasaría toda la vida besándote- sonrió- pero tenemos que irnos- metió la mano en su bolsillo y saco un pañuelo negro, me tapó los ojos con él.
-Vaya... tanta sorpresa me tiene intrigada.
Me cogió de la mano, me ayudó a subir al coche, luego subió él y encendió la radio. Estaba sonando The Wanted- Glad you Came.
Yo la cantaba y Harry a veces. Cuando acabó pusieron anuncios.
-¿Puedes darme alguna pista de a donde me llevas?
-Solo puedo decirte que es un lugar muy bonito.
-Eso me hace pensar en muchos lugares.
-Este es especial.
-No me ayudas mucho...
Se rió.
*Este grupo, no para de sonar y es que ellos tiene una cosa... One thing de One Direction, ahora sonando en Capital radio*
Harry empezó a cantarla, yo hice lo mismo. Movía mi cabeza al ritmo de la música, ¿estaba haciendo el gilipollas? Pues si, pero me daba igual. Me reía, mucho, muchísimo. El coche paro en un semáforo o eso creo.
Noté como Harry se acercaba a mi, me besó, muy dulcemente se alejo y me canto al oído.
-But I need that One Thing. Yeah, you've got taht One Thing.
Me besó en la frente y el coche volvió a ponerse en marcha.
Acabó la canción.
-No sabía que te supieras nuestras canciones.
-Yo también tenia sorpresas para ti.-me reí.- me las sé todas.
-¿Ah si?
-Si, todas.
-¡Me tienes sorprendido!
Me reí.
-¿Oye cuanto falta?
-Un rato... largo.
-¿Y no me puedo quitar el pañuelo?
-No, si no adivinaras a donde vamos.
-Jo...
Pasó un rato largo.., pero por fin llegamos, me volvió ha ayudar para salir del coche y se puso detrás mía.
-¿Estas preparada?
-Si- dije impaciente.
-1,2 y 3.
Abrí los ojos, no me lo podía creer, era una cabaña de madera grande llena de luces, árboles a su alrededor y al lado también un pequeño lago,
-Oh Harry....- le abracé- me salieron lagrimas de la emoción.
-Te quiero mucho, me llamaras loco por que te conozco desde hace poco, pero desde el momento en el que te vi entrar por la puerta de la cafetería me enamoraste, o cada vez que Niall nos hablaba de ti o cuando nos enseñaba fotos y vídeos de cuando erais pequeños,
Le abracé un más fuerte.
-Me pasa lo mismo, cuando te vi me gustaste, mucho. Y luego pasó. Es una de las mejores cosas que me ha pasado.
-Te quiero- me cogió de la mano- no me sueltes nunca.
-Te amo- la agarré con fuerza- nunca lo haré- le besé.
Entramos en la casa, había una gran chimenea y debajo de ella un mantel de picnik con unas velas y unos platos.
-Harry...- volvía sonreír como una imbécil.
-Ahora vengo, ponte cómoda.
-Vale.
Me besó en la frente.
Me senté en el mantel, miraba a todos los lados, era precioso.
-Ya estoy aquí- tenia dos platos de comida- espero que te gusten las fajitas.
-¡Me encantan! ¿Las has echo tú?
-Si.
Sirvió la comida y se sentó conmigo.
-¡Qué aproveche! -dijo
-Igualmente- dije
-No me gusta....- me miro preocupado - ¡Me encanta!
Se rió.
Me miró aliviado.
-Me has asustado.
-Tonto.
Me reí.
-¡Oh! ¿Soy tonto?
-Si, un tonto que me encanta.
Se mordió el labio.
-Te besaría.
-¿A que esperas?- dije
Me reí.
Me besó apasionadamente, el ritmo de los besos iba aumentado al igual que la pasión, por la que nos dejamos llevar esa noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario