Te necesito junto a mi // Cap. 1 El viaje // Historia One direction

Acababa de llegar al aeropuerto con mi amiga Anna. Habíamos venido desde España a Londres a pasar el verano. De repente mi móvil sonó, era un mensaje de Niall, mi amigo desde que eramos pequeños, hacia mucho que no le veía, desde la última vez que veraneamos en Menorca, ahora esta en un grupo de música llamado One direction. Como el vivía en Londres habíamos quedado para vernos. En en mensaje ponía:

¿Habeis llegado ya? ¿Cuando os instalais? ¿Nos vemos hoy o mañana? x :) 

Como no tenía tiempo de responder a sus preguntas, teníamos que recoger las maletas, le conteste con un seco:

Luego te llamo Niall.

Cuando cogimos las maletas, mi amiga y yo nos dirigimos a pedir un taxi. Nos subimos a él, un conductor de pelo canoso y cara de pocos amigos nos preguntó a donde nos dirigíamos, le respondí y Anna me empezó a hablar:

-Claudia dime la verdad, este viaje no ha sido solo por ver a Niall ¿verdad? ¿Hay otras razones? Tal vez ¿como Sergio?

Oh Sergio... Mi ultimo novio, acababa de cortar con él porque le pille besándose y ... en fin ya sabeis, con una de mis mejores amigas, Elena.

-Pues Anna-dije con la voz muy seria- sabes que si, que necesitaba alejarme de todo aquello y que mejor forma que pasar las vacaciones con mi mejor amiga en Londres ¿Eh? - la dije sonriendo.

Ella me devolvió la sonrisa. Yo miraba las calles de Londres por la ventana, era precioso. En ese momento Anna me paso los cascos de su móvil, me los puse estaba sonando 'Someone like you' de Adele, la miré y la dije

-Anna por dios que me deprimo.

-¿No te gusta?

-Si me gusta, pero esta no es la ocasión de escuchar este tipo de música...

-Mmm... tienes razón.

Cogí el móvil y empecé a buscar música, me di cuenta de que la mayoría eran canciones de desamor tristes...

Yo no podía escuchar esto, hasta que vi una más decente 'Price tag' de Jessi J, la puse, esto estaba mejor, Anna me miró con una sonrisa enorme, y yo la miré y la dije al unisono de la música 'Money, money, money' y ella y yo nos pusimos a cantar. En ese momento me acorde de un pequeño de detalle... ¡QUE ÍBAMOS EN UN TAXI! miré al conductor se estaba riendo y y moviendo la cabeza al ritmo de nuestras voces. Hasta que paró el coche, habíamos llegado.